Debo confesar que me sentí quinceañera, y guardaba la secreta esperanza de ver a el chico que me miró dos días atrás. Me puse linda, y me fui...La Ally Mcbeal que llevo dentro no dejaba de pintarse mil escenarios.
En La Caracola estaba mi amiga Mig, esperándome. Nos sentamos en un montón de piedritas y contemplamos el hermoso mar y disfrutamos el bello atardecer.
Luego nos fuimos al supermercado... caminamos los pasillos... y no lo ví...
Quizás sólo era un turista o alguien a quien imaginé que ví pero que no era real...
Generalmente la Isla es un pequeño lugar... pero a veces se le antoja ser tan inmensa
Cuando menos lo esperas seguro lo vuelves a ver...que rico sentirse viva e ilusionada...ojalá se cumpla el deseo.
ResponderBorrarCHERRY, no puedo comentar en tu bloooogggg!!!!
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